lunes, 3 de diciembre de 2007

Nuevos documentos en "enlaces globalización". Los comentarios serán bien recibidos.

3 comentarios:

Canelita dijo...

Sobre el artículo de Nike, creo que ya todos sabemos los abusos a los que ha sometido a sus trabajadores en los últimos años. Sirva de ejemplo para ilustrar esta afirmación el artículo publicado en rebelión.org en el año 2001. Me apoyo en este texto para que mi crítica no parezca gratuita.
“Es una vieja acusación pero nunca había sido admitida tan abiertamente. Nike, el primero en ventas mundiales de calzado deportivo, ha reconocido la veracidad de un informe que refleja la explotación a la que son sometidos sus trabajadores en sus plantas en Indonesia y otros países asiáticos.
En este estudio, los trabajadores, que reciben una paga de un dólar al día, se quejan de tener que limpiar los servicios y correr alrededor de las instalaciones como castigo por llegar tarde. Pero lo más escandaloso es la sumisión sexual a la que se ven abocadas las trabajadoras por parte de los jefes. El 85 por ciento de los empleados son mujeres con un promedio de edad inferior a los 23 años. Se especifica, además, que los empleados de nueve plantas de producción están obligados a trabajar más horas de las permitidas legalmente y no tienen acceso a cuidados médicos.
Más de 4 mil empleados han sido entrevistados por los investigadores de la Global Alliance for Workers and Communities, una agrupación estadounidense de varias organizaciones y empresas entre las que se incluye Nike. La respuesta de Nike ha sido contundente: empezará inmediatamente a mejorar las condiciones de sus asalariados indonesios.
"Desde luego que nos molestan los resultados obtenidos, pero eso era precisamente lo que queríamos averiguar", ha declarado la portavoz de la compañía, Maria Eitel. También ha anunciado que se pondrá en marcha un entrenamiento especial de los managers para asegurar que se cumplan las leyes en cuestión de salarios y de bajas por enfermedad.
Pero el anuncio no ha convencido a los miembros de las organizaciones que desde hace años combaten y denuncian este tipo de prácticas. Quizá recuerden lo ocurrido en otras ocasiones. En 1997 el diario The New York Times revelaba que las mujeres que producen una línea de Nike en Vietnam estaban siendo expuestas a un producto químico tóxico (el tolueno) en una proporción 117 veces superior a lo aceptable según la Organización Mundial de la Salud. Enseguida, Phil Knight, dueño de la empresa, anunció desde su mansión de Oregón que se tomarían todo tipo de medidas para que "nuestros trabajadores respiren el aire lo más puro posible". La promesa no tuvo efecto y en los dos últimos años se han cursado más de dos centenares de denuncias en el mismo sentido.
Lo que realmente parece estar detrás del presumible cambio de postura de Nike es el daño que le están haciendo las campañas mundiales en contra de la explotación. La presión ejercida por algunas universidades en Estados Unidos ha sido definitiva. Éstas han amenazado con dejar de comprar prendas de vestir de compañías cuyos trabajadores estén empleados en condiciones de explotación. Nike suministra ropa deportiva a 14 universidades en Estados Unidos, entre ellas la de Michigan y la Berkeley, en California.
Antes se han sucedido las movilizaciones de todo tipo en los cinco continentes, como el Primer Día Internacional de Acción Solidaria con los Trabajadores de Producción de Nike que se organizó desde Canadá en 1997. Hace algunos años cientos de aficionados al fútbol protestaron para que la selección portuguesa no llevase en sus camisetas el polémico logotipo por las denuncias de semiesclavitud en sus fábricas.
Ante tanto revuelo, los gerentes de Nike Europa han tenido que reconocer que sería imposible producir las famosas prendas en países como Bélgica, Luxemburgo u Holanda "ya que el costo se elevaría muchísimo debido a la mano de obra más cara".
Nike encabeza el mercado de la industria del calzado deportivo, llegando a dominar el 37 por ciento. La multinacional gasta más de mil millones de dólares al año en publicidad y con el salario mensual de sus ejecutivos y estrellas (Phil Knight cobra más de 75 millones de dólares al año y Michael Jonhson más de 20) se podrían pagar miles de salarios anuales de esa mano de obra esclava. En 1999 la empresa tuvo ingresos por más de 10 mil millones de dólares. Una empleada de Nike tendría que trabajar dos o tres meses para comprar un par de zapatillas de las que ella fabrica, o 98.600 años para alcanzar las ganancias anuales de Knight.” (fin del artículo)
Creo que es justo que reconozca que sobre Nike circulan numerosas leyendas urbanas no siempre ciertas y que la empresa se ha esforzado en lavar su imagen de cara a la galería, aún así encuentro aspectos muy interesantes en el texto del blog, como, por ejemplo, la misma fotografía que refleja el sistema de producción asiático del que estuvimos hablando en clase, de cientos de trabajadores amontonados, producción brutal, trabajo impersonal, etc. La frase de Sinh "Estamos conversando con los trabajadores y los jefes de la empresa para buscar la causa real de la huelga e intentar encontrar una solución” me parece interesantísima. Después de todo lo que he puesto más arriba, ¿siguen sin saber las causas reales de la huelga?. Bajas médicas, vacaciones pagadas y alimentos de mayor calidad en la cantina me parecen reclamaciones de segunda en comparación con la violación de los derechos humanos que hemos insinuado más arriba, siempre, insisto, con la precaución que precisa una información que se presta a la exageración.
Por otro lado y ante la situación en la que trabajan estos empleados, me parece injustificado que la empresa se queje por incumplir con la calidad exigida y pagar 11$ (que no termino de creérmelo) por unas zapatillas que se venden, como mínimo, 7 veces más caras en el mercado me parece aún más injusto.
Claro que aquí nos surge el debate del que hemos estado hablando en clase sobre la idoneidad de un sistema de “explotación” laboral para intentar subir peldaños en la escalera del desarrollo y de la posición del propio trabajador que, según algunos autores, prefiere trabajar en esas condiciones antes que volver a la precariedad del mundo rural. Una cuestión paralela es hasta qué punto ayuda esta sobreexplotación al desarrollo de los países empobrecidos. Por supuesto, la empresa es la que más se ve beneficiada, ya que ese sistema de producción le supondría costes mucho más elevados en un país que se asegure cumplir con unas medidas mínimas de seguridad y respeto por los derechos de los trabajadores. Lo que me parece totalmente injustificado y delictivo es el hecho de que Nike emplee (o emplease, no sé) mano de obra infantil, haciendo el trabajo de 2 hombres, por un sueldo mísero, aunque intelectuales pro-globalización, como Johan Norberg, defiendan a esta empresa, argumentando que los niños que trabajan para ella estarían peor sin empresas como Nike, que pagan mejor la hora de trabajo que los empleadores locales (no lo repito más, que ya vimos el documental). Mejor, creo yo, que estarían esos niños si Nike invirtiese parte de sus ganancias obtenidas gracias a la sobreexplotación de esos trabajadores en proyectos de educación y desarrollo en esas zonas.
Y ya para terminar (demasiado larga esta reflexión), una curiosidad: Phil Knight y Bill Bowerman, fundadores de Nike, toman este nombre por la diosa griega Niké, símbolo del triunfo en la guerra y la participación. Participación. En 2006 más de 26.700 personas trabajaban para esta empresa en fábricas ubicadas principalmente en América latina y Asia. Esto me da para otra reflexión, pero de momento lo dejo aquí…

Andrés Sánchez Picón dijo...

Estupendo comentario y como siempre, excelentemente documentado. Se plantean cuestiones muy relevantes en torno al "comercio justo", el papel de la deslocalización industrial en el desarrollo de los países pobres, la ética del consumo y la responsabilidad de los consumidores. El papel del Estado se me antoja también fundamental para, con una efectiva fiscalidad sobre estas empresas, contar con recursos para mejorar el capital humano de esos países (educación, salud...). Me informaré al respecto de Vietnam.

Andrés Sánchez Picón dijo...

Estupendo comentario y como siempre, excelentemente documentado. Se plantean cuestiones muy relevantes en torno al "comercio justo", el papel de la deslocalización industrial en el desarrollo de los países pobres, la ética del consumo y la responsabilidad de los consumidores. El papel del Estado se me antoja también fundamental para, con una efectiva fiscalidad sobre estas empresas, contar con recursos para mejorar el capital humano de esos países (educación, salud...). Me informaré al respecto de Vietnam.