lunes, 19 de enero de 2009

Tarea

Aquí os podéis descargar un artículo de Maddison (2004) publicado en la Revista de Historia Económica. Podéis publicar un comentario del mismo.

http://e-archivo.uc3m.es/dspace/handle/10016/2764

6 comentarios:

Anónimo dijo...

En este artículo, Maddison se propone identificar las claves del desmesurado crecimiento económico de occidente frente al resto del mundo durante el periodo 1820-2001, analizando la evolución de la sociedad desde el año 1000 hasta la fecha clave del despegue. Desde mi punto de vista, el siglo XIX fue la época de la puesta en marcha, de forma acelerada, de todos los avances que se fueron produciendo desde el Renacimiento. Coincido con el autor en todos los factores que propiciaron el desarrollo económico, pero discrepo en el peso que han tenido cada uno de ellos en este proceso. A mi entender, el factor desencadenante fue la revolución y la evolución del conocimiento, propiciado por la creación de universidades durante la edad media. Las universidades actuaron en una doble vertiente: por un lado, propiciaron la invención de la imprenta y por otro, el desarrollo de la investigación científica y técnica. Se trata de una cadena de elementos que interactúan entre sí y que facilitan la aparición de nuevos elementos. Con la imprenta el conocimiento deja de ser patrimonio de los monasterios y se extiende a los centros paganos; se generaliza la elaboración de contenidos ligados a las enseñanzas que se imparten en las universidades, lo cual incrementa el público lector, hecho que a su vez favorece la generalización del conocimiento, la independencia del pensamiento y la difusión de la investigación científica, que genera innovación tecnológica. Al mismo tiempo, surge la industria editorial en occidente, con carácter competitivo. Considero esenciales estos elementos porque la navegación que impulsó el comerció, o la invención de la máquina de vapor, o la aparición de la industria o la explotación de recursos minerales no hubiesen sido posibles sin las mejoras técnicas o las aportaciones científicas; porque la transformación política de los estados no se hubiese producido sin la expansión de la filosofía, las ideas políticas o las propias revoluciones urbanas (causadas a su vez por la extensión del pensamiento hacia la nueva clase burguesa); o porque el individualismo, favorecido por la institucionalización del catolicismo, según este artículo, está generado por la extensión de la cultura. Lo que pretendo afirmar con tanta palabrería es que las causas que impulsan el desarrollo son las mismas hoy que en el pasado; actualmente se ha generalizado el discurso de que invertir en investigación es invertir en crecimiento, y, a poco que nos fijemos, esto es lo que ha pasado siempre.

Andrés Sánchez Picón dijo...

No me parece palabrería, sino una opinión muy correctamente argumentada. La imprenta permitió multiplicar la difusión del pensamiento y la innovación.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Luisa. Creo que el factor fundamental de crecimiento económico antes del 1820 es la difusión del conocimiento. Pero creo que esta difusión del conocimiento, esta aceptación de la importancia del mismo por las élites europeas, fue posible gracias al nacimiento de un hombre nuevo. Un hombre, porque desgraciadamente no fue también una mujer, que creía en la razón, y desterró a la religión de la ciencia. Y en este punto creo que la figura de Descartes es fundamental, al igual que la de Galileo. La filosofía cartesiana es esencial para entender como la razón y la ciencia van ocupando esferas que hasta ese momento se le habían atribuido a la religión o a la metafísica. La ciencia se convierte en la úniva metodología para llegar a la verdad, y además el pensamiento filosófico se convierte en una herramienta de la ciencia.
Creo que Maddison realiza un análisis simplista, cuando analiza únicamente la renta per cápita como indicador económico de un país.
Y dice Maddison citando a los neoclásicos que “los países con menores ingresos tienen una serie de «oportunidades de atraso»". No creo eso en absoluto. Sí que es cierto que estos países no han llegado a ese "techo o barrera tecnológica" como el resto de países, pero ese atraso no garantiza la oportunidad de avance. Es muy común entonces en estos casos, en el pensamiento neoclásico de atribuir este no adelanto al no aprovechamiento de las oportunidades. Así toda su teoría queda confirmada. Cuando el país avanza queda confirmada la tesis neoclásica, pero cuando este avance no se produce entonces es culpa de ellos, es que no han sabido aprovechar.
También es significativo en este artículo la descripción de lo que ocurre con la caída de la URSS, y la situación de los países que se independizan de la misma. Dice aquí Maddison que sus economías no se recuperan debido a la dificultad de reconvertir las economías intervenidas en libre mercado. De nuevo aquí el problema no es el libre mercado, sino la ineficacia para salir del comunismo y el intervencionismo.
Estoy de acuerdo en la importancia del cristianismo para la expansión económica de Europa Occidental, algo ya señalado por Max Weber en "La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo". El individualismo protestante fue crucial para el desarrollo del capitalismo, que traslada los problemas sociales a los individuales, así el individuo es culpable de su pobreza, es su ineficiencia la que le lleva a ello.
Por otro lado creo que la edad de oro coincide con la nueva noción de Occidente como el modelo económico mundial, además con el nuevo papel estadounidense, que Truman comenzó a desarrollar al finalizar la segunda guerra mundial, y que situó a la industria militar americana como la que más contribuye al Producto Interior Bruto de su país. Una Edad de Oro, según para quien se mire...engordada por la guerra fría, por el gasto espacial, y por la industria de la guerra. Y creo que esto se le olvidó señalar a Maddison.

C. Belén dijo...

Primeramente podría pensar que el artículo de Maddison es muy estadístico, lleno de datos ordenados y objetivos, pero pienso que las cifras que aporta son valiosas porque nos dan a conocer la riqueza de los países y su evolución a lo largo de los años. Para mí, al igual que Luisa, todos los factores son propicios para el desarrollo, pero en especial la difusión del pensamiento, la cultura y la educación, esto es, la creación de las universidades, fueron unos de los pilares fundamentales para el desarrollo. Sin ellas, no se habrían estimulado los grandes avances tecnológicos surgidos tal y como los conseguidos en el campo de la navegación o la imprenta. Podría decirse que es un camino de factores que han de darse consecutivamente y no por separado, sino interrelacionados. Al mismo tiempo, con la revolución tecnológica y los avances conseguidos de cara al comercio, se abren puertas al intercambio y a las relaciones comerciales con otros países. Quizá a mi modo de ver, Maddison no le da la importancia que pienso debe tener. Para mí este punto es fundamental. Un país por sí solo o con restricciones tanto políticas como limitaciones en infraestructuras no puede progresar. A esto le añadimos la importancia que tuvieron los medios de comunicación, a través de los cuales se movilizan las masas populares. Ya no solo con el nacimiento de la imprenta y los grandes pensadores, sino por su extensión a otra cara de la sociedad que permanecía en las sombras.
Quizás me equivoque, pero soy de la opinión de que la política en algunas ocasiones frena el progreso en muchos países (en otros puede estimularla) y no la ineficiencia individual (en esto último estoy de acuerdo con Isabel).

Andrés Sánchez Picón dijo...

Interesante debate que pone de relieve cómo le habéis sacado partido al texto. El problema de la alusión a los factores culturales en el origen del desarrollo económico (cristianismo, imprenta, racionalismo...) es que traslada las preguntas a otro ámbito: ¿por qué esas precondiciones se dieron en Europa y no en otros lugares?

Anónimo dijo...

Creo que estas precondiciones sentaron una buena base porque: nació una nueva clase social culta y pudiente, la burguesía, que posteriormente sería propietaria de los medios de producción; los avances científicos y tecnológicos posibilitaron el perfeccionamiento de estos medios de producción, agilizando los procesos de producción, que revirtió en un aumento de la producción; paralelamente, la clase proletaria, que en principio era mano de obra superexplotada, se convirtió en clase consumidora; la democratización de las sociedades también es un elemento dinamizador muy importante en este sentido; y por último, la ubicación geográfica de los enclaves de producción es también un factor determinante: el hecho de tener cerca un puerto marítimo o fluvial que agilice la entrada y salida de mercancía. En definitiva, creo que estos factores (seguro que me dejo más cosas en el tintero), impulsados a mi entender por la difusión del conocimiento propiciado por las universidades, son los que posibilitaron la transformación de las sociedades rurales (nobleza) en sociedades industriales (burguesía).